Cuando llega el eritema ya hemos jugado el tiempo para dedicarnos a tomar el sol! La piel está visiblemente enrojecida, comienzan a aparecer pequeñas pústulas rojas que se notan al tacto, se asocian con picazón y ardor y, en casos más graves, puede aparecer fiebre e indisposición.
En general, los médicos y farmacéuticos cuando estamos en centros turísticos nos recetan cortisona para uso interno y externo y recomiendan no exponerse al sol durante 5/6 días. Resultado: hola mar!
No hace falta decir que este trauma en la piel no solo se puede evitar con reglas simples de sentido común: cremas de alta protección, exposición moderada durante los primeros días, sin tiempos peligrosos entre el mediodía y las 15.00, beber mucho, mojarse, posiblemente reemplace el traje por uno seco y reemplace la crema protectora.
Pero si todo esto no es suficiente, veamos cómo algunos aceites vegetales pueden ayudarnos.
Aceite de zanahoria
En términos de prevención y preparación de la piel para el bronceado, el aceite de zanahoria es un poderoso aliado.
En la medicina herbal puede encontrar perlas de aceite de zanahoria, que deben tomarse aproximadamente tres meses antes de la llegada del verano. Al ser rico en betacaroteno, actúa desde el interior activando la liberación de melanina, fortaleciendo así las barreras protectoras contra los rayos ultravioleta dañinos para la piel, especialmente los transparentes.
El betacaroteno en el intestino se convierte en vitamina A con propiedades antioxidantes, que previene el envejecimiento y la deshidratación de la piel.
Cómo hacer un simple remedio cosmético para aliviar los síntomas de las quemaduras solares.
Aceite de germen de trigo
El aceite de germen de trigo es extremadamente rico en vitamina E, A y D, Omega 3 y Omega 6.
Es un poderoso antioxidante que repara la piel seca, deshidratada y descamativa.
Su potencial eudérmico lo convierte en un excelente complemento para prepararnos para la exposición al sol. En la medicina herbal se puede encontrar para la venta en forma de perlas u opérculos que deben tomarse con anticipación: excelente en asociación con el aceite de zanahoria.
Para uso externo , el aceite de germen de trigo es uno de los remedios calmantes para el sol: humecta y nutre la piel, evita la descamación, calma el enrojecimiento y la picazón causados por el eritema y la dermatitis en general.
Aceite de argán
Este aceite con innumerables propiedades protectoras y calmantes trae consigo todo el encanto de la cultura bereber. Protege e hidrata la piel del estrés del sol, las altas temperaturas y el clima seco.
El aceite de argán es rico en flavonoides, carotenoides, vitamina E y omega 3. Es un poderoso antioxidante contra los radicales libres. Puede tomarse para uso interno, actuando así como una medida preventiva y protegiendo al cuerpo del envejecimiento celular y gracias a los omega 3 de los trastornos cardiovasculares.
Tópicamente, realiza su efectiva acción eudérmica después del sol, hidratando y nutriendo los tejidos. El aceite de argán alivia el ardor y la picazón eritematosa y restaura la piel.