Noches en blanco, moco que sale de todos los canales pequeños, ojos rojos y peste, tos y malestar generalizado: la bronquitis es una patología generalmente temporal que afecta a los bronquios.
Puede originarse en niños, así como en bronquiolitis en recién nacidos y en adultos.
Las causas que desencadenan la bronquitis pueden ser diversas y, a menudo, están relacionadas con otras enfermedades, como resfriados o dolores de garganta .
Intentemos comprender mejor cómo proteger y tratar a los pequeños de esta enfermedad estacional generalizada.
Causas de la bronquitis en niños
Las causas del desarrollo de formas bronquíticas en los más jóvenes son generalmente virales .
Por lo tanto, el órgano se puede conectar tanto a un resfriado común como a otros tipos de infecciones de las vías respiratorias, generalmente relacionadas con la temporada, al cambio climático repentino y al contacto con otros sujetos afectados, como suele ocurrir en los jardines de infancia. Por lo general, se cura en unos pocos días, utilizando remedios suaves y naturales.
Solo cuando la curación no se produce dentro del tiempo indicado por el pediatra, o cinco o seis días, podemos pensar en una interposición de causas bacterianas . Es por esto que se necesitan remedios más decisivos, como el uso de antibióticos .
Además, la bronquitis puede ocurrir de forma aguda y crónica, lo que a menudo provoca tos con moco, mucho más denso, maloliente y persistente en comparación con el moco de la bronquitis viral: estertores, dolores y estados febriles.
Cómo tratar la bronquitis en niños.
Considerado y evaluado el órgano de la infección bronquial, se deben tomar las medidas necesarias de inmediato para que no se agraven las condiciones de salud.
En primer lugar, es necesario darle al niño abundante agua, miel e infusiones a base de limón, lavados nasales basados en soluciones fisiológicas hipertónicas y pastas calientes para comer, todo esto con el fin de suavizar el moco .
En segundo lugar, siempre confiando en los remedios naturales, es bueno ventilar y purificar las habitaciones y las sábanas, a menudo lavando ropa de cama y pañuelos con los que el niño entra en contacto.
Finalmente, los productos naturales se pueden usar para purificar el aire usando difusores, como el aceite de árbol de té o los aerosoles naturales a base de toronja, excelentes antibacterianos naturales.
¿Y los propóleos? Generalmente está indicado, disuelto en agua, solo para niños mayores de tres años. Claramente, cada uno de estos consejos no reemplaza el consejo de un médico o experto, que siempre es importante consultar de antemano.