La bergamota es una fruta cítrica que probablemente se deriva de un cruce entre la naranja amarga y la lima ácida, aunque muchos la consideran una verdadera especie llamada Citrus bergamia Risso (de origen chino).
Su presencia en Calabria es presumible entre los siglos XIV y XVI. En 1750 se plantó el primer "bergamotteto".
El 90% de la producción total de bergamota proviene de Calabria. Los aceites esenciales de bergamota, en virtud de su extraordinaria fragancia, se utilizan en la producción industrial de perfumes, dulces y licores.
Es una esencia que, gracias a su frescura, representa el elemento básico para la producción de numerosas aguas de Colonia y cosméticas.
Propiedades y beneficios de la bergamota.
Los flavonoides extraídos de estos cítricos del género Citrus favorecen el control del colesterol:
1. inhibir la actividad de la enzima HMG-CoA reductasa (hidroximetilglutaril coenzima A reductasa), objetivo de las estatinas;
2. Reducir la liberación de LDL hepática, a través de la inhibición de la enzima ACAT (Acyl CoA: colesterol aciltransferasa);
3. Aumentar la excreción biliar de colesterol.
Y también:
- ayudan a disminuir los niveles séricos de triglicéridos, inhibiendo la actividad de la enzima PAP (fosfatidato fosfohidrolasa microsomal hepática), implicada en la síntesis de triglicéridos;
- ayudar a reducir los niveles de glucosa en la sangre al aumentar la captación de glucosa del hígado y los tejidos periféricos (células musculares);
- Parece que también reducen los niveles en sangre de ácido úrico.
Por lo tanto, la bergamota actúa favorablemente sobre la estructura lipídica y glucídica y lo hace sin la aparición de síntomas adversos o signos hematroquímicos de toxicidad.
Para los que se aconsejan bergamota.
Está indicado:
- en pacientes jóvenes con signos precoces de hipercolesterolemia;
- en pacientes tratados con estatinas, para reducir su dosificación;
- En pacientes que son intolerantes a las estatinas.