Gimnasia pélvica para el tratamiento de la dispareunia.



Dolor durante la penetración, ardor, picazón: estos son solo algunos de los síntomas de la dispareunia . Detrás de esta palabra, tan difícil de pronunciar, se encuentra un trastorno que une a muchas mujeres: el dolor durante las relaciones sexuales .

Según un estudio realizado en Gran Bretaña y publicado el pasado mes de enero en la revista de ginecología y obstetricia Bjog, una mujer de cada 10 sufre . Pero es probable que la dispareunia sea un fenómeno subestimado: las mujeres somos las primeras en luchar para admitir que hacer el amor nos duele.

La dispareunia es un dolor que se puede sentir tanto externamente, a nivel de la vulva, como interno, a nivel de la vagina y la pelvis. Puede acompañarnos desde la primera relación sexual o surgir solo más tarde, puede suceder independientemente de la pareja o estar vinculado a un determinado tipo de posición o de personas con quienes compartimos intimidad.

Las causas de la dispareunia.

Los tipos de dispareunia son muchos, ya que muchos pueden ser las causas. El dolor durante las relaciones sexuales puede depender de factores psicológicos o físicos .

Las causas psicológicas pueden vincularse a una mala relación con la intimidad propia y a la sexualidad, o a problemas relacionados con una situación o persona específica: tensiones con la pareja, preliminares insuficientes, insatisfacción sexual .

Las causas físicas pueden depender de factores "tangibles", como vulvitis, vaginitis y cistitis, endometriosis, resultado del nacimiento (episiotomía o laceración), pero también hipertonía pélvica .

Sí, porque la salud del suelo pélvico juega un papel fundamental en los trastornos de la esfera sexual, como la dispareunia: los músculos pélvicos débiles y descuidados pueden permanecer en un estado de contracción perenne (e involuntaria), lo que da lugar a la tensión pélvica y, por lo tanto, durante el sexo, a dispareunia.

Gimnasia pélvica contra la dispareunia.

Por eso es tan importante mantener el suelo pélvico en funcionamiento, pero sobre todo hacerlo correctamente . Si a menudo experimenta dolor durante las relaciones sexuales, primero trate de familiarizarse con sus músculos pélvicos y aprenda a reconocerlos y controlarlos.

Cuando orines, bloquea el chorro de vez en cuando y recupéralo . Acuéstese boca arriba con las piernas flexionadas, contraiga los músculos perineales imaginando que tiene que "masticar" un bocado (continúe durante 30 segundos y repita).

Siempre en la misma posición, una vez que se haya familiarizado con estos ejercicios más simples, intente imaginar tener una esfera en la boca del canal vaginal y tener que elevarla hacia arriba, manteniendo la contracción durante 10-15 segundos en el "piso" más alta.

Bolas vaginales, dilatadores, lubricantes contra la dispareunia.

Un aliado válido para realizar el entrenamiento pélvico son las bolas vaginales, que hacen que los músculos pélvicos se contraigan espontáneamente para no dejar que se escapen. Pero incluso en este caso, es importante elegir las bolas adecuadas para su cuerpo .

La mejor opción pueden ser los juegos de bolas vaginales: bolas de geishas de diferentes pesos y tamaños que pueden acompañarte desde el principio hasta el final de tu entrenamiento, comenzando con las más ligeras para cambiar progresivamente a pesos más altos.

Para acostumbrar gradualmente a la vagina a la penetración, entonces, los dilatadores vaginales pueden ser muy útiles: poco a poco hacen que los músculos vaginales se familiaricen con un "cuerpo extraño" dentro de ellos, superando gradualmente la resistencia física y psicológica a la penetración.

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