La zanahoria común ( Daucus carota ) es una planta herbácea anual o bienal que crece en toda Europa. También es uno de los vegetales más cultivados.
La zanahoria puede considerarse una de las verduras más valiosas para la nutrición humana, ya que sus propiedades nutricionales y terapéuticas son muchas.
Los principales constituyentes están representados por sales minerales como hierro, fósforo, calcio, potasio, sodio, magnesio y cobre, así como importantes vitaminas como C, D, E y las del complejo B.
La presencia de carbohidratos en forma de dos azúcares es significativa, la dextrosa y la levulosa, que tienen la capacidad de elevar el nivel de azúcar en la sangre: por esta razón, los diabéticos deben tomar la zanahoria con moderación.
La zanahoria también es rica en caroteno, también llamada protovitamina A, que es esencial, entre otras cosas, para una buena visión.
Las partes en que residen las propiedades curativas son la raíz y las semillas. La raíz atenúa la inflamación de la mucosa gástrica e intestinal, así como de la piel. Estimula la diuresis, purifica el organismo y, debido a su notable capacidad mineralizante, vitamínica y rehidratante, se recomienda para el tratamiento de infecciones intestinales que se manifiestan con disentería. También es calmante para las quemaduras. Las semillas, por otro lado, tienen propiedades aperitivas y digestivas. Las secreciones urinarias aumentan a medida que la raíz.
El aceite de zanahoria, que tiene una mayor concentración de ingredientes activos, es particularmente adecuado para refrescar la epidermis, que lo mantiene elástico e hidratado, protegiéndolo de la exposición prolongada al sol del riesgo de quemaduras solares, facilitando así el bronceado. En este sentido, si desea acelerar su bronceado, es útil tomar jugo de zanahoria todas las mañanas o comer zanahorias crudas.
Para saber más:
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