Cuando se trata de la salud de nuestros hijos, siempre estamos un poco aprensivos.
De hecho, a menudo es difícil entender las condiciones de salud reales de un niño, especialmente si es muy pequeño.
En el momento del nacimiento, el niño entra en contacto con el mundo que lo rodea con la pesada tarea de "llegar a ser grande". El rol de los padres es acompañarlos en este viaje, ofreciéndoles la posibilidad de experiencias y apoyo adecuado para enfrentar los grandes logros de la vida. En cada momento de este viaje, el niño experimenta y experimenta emociones que marcan y escriben su historia. Además de los momentos agradables, el niño a veces encuentra dificultades y obstáculos que pueden provocar emociones de miedo, inseguridad, inquietud, que no siempre puede expresar con palabras. Entonces pueden surgir trastornos físicos o comportamientos que señalen a las personas cercanas a él que "algo está mal". A veces, estos trastornos y conductas se vuelven difíciles de manejar y, a la larga, preocupan a los padres y alteran las relaciones dentro de la familia, lo que puede dificultar la ayuda del niño. El enfoque holístico comienza a partir de un análisis de la situación actual del niño y su historia para tratar de identificar los factores en el origen del trastorno y luego propone tratamientos naturales y propuestas educativas para resolver situaciones como:- Entrada a la escuela de la infancia.
- Paso a la escuela primaria
- Trastornos del sueño
- Trastornos alimentarios
- Problemas de comportamiento y agresión.
- Dificultades de relación, timidez y cierre.
- Miedos, agitacion