Tiene una historia muy antigua:
Los primeros signos de los tratamientos de reflexología plantar que se llevaron a cabo en China e India se remontan al 5000 a.
La presión de los dedos sobre los pies se utilizó para influir en todo el organismo para restablecer el equilibrio psico-físico en la persona tratada que, por razones de problemas físicos o emocionales, había perdido.
El tratamiento de la reflexología plantar lo realiza un profesional que conoce el tipo de presión que se debe utilizar en las distintas zonas reflejas del pie, para evitar trastornos innecesarios causados por el uso incorrecto de la técnica.
Siempre comienza con un masaje en el pie izquierdo primero, comenzando a establecer un "contacto" suave con la persona para tratar de inducir un estado de relajación general.
Luego pasa a la presión de los diversos puntos a partir del dedo gordo. Por ejemplo, este dedo corresponde a la cabeza y a todos sus problemas, tanto físicos, como dolor de cabeza, cervical, etc. etc., que psicosomático, por ejemplo insomnio, preocupación excesiva, ansiedad ...
Los tratamientos de reflexología se llevan a cabo según la necesidad de la persona y la necesidad en el momento preciso.
De este modo, se estimulan todos los diversos puntos reflejos conectados a órganos específicos, para devolver un estado de bienestar y equilibrar tanto el físico como el psicoemocional.
Por lo tanto, todo el organismo se beneficia: desde el sistema linfático hasta el sistema nervioso, como también lo hemos mencionado para problemas dolorosos únicos, como el dolor.
Cabeza, dientes, huesos, agitación, nerviosismo ...
Un solo tratamiento de reflexología plantar aporta relajación y bienestar.
En su lugar, para restablecer el equilibrio en el cuerpo o para resolver problemas dolorosos específicos, se requiere un ciclo de tratamientos, que deben realizarse uno tras otro a una distancia de 7/10 días durante al menos cuatro veces.
Francesca Maffeo
Operador Bioenergético Naturopático de Bienestar
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