
Como un fuego artificial , la ira estalla y nos enciende, a veces de forma devastadora.
En realidad, no es necesariamente un sentimiento negativo, si se canaliza correctamente, porque representa un poderoso detonador que nos ayuda a subvertir el estado de las cosas, especialmente si la realidad que nos rodea parece injusta y degradante.
Nuestra ira, sin embargo, no debe actuar como un cuchillo ciego que cae sobre el infortunado en servicio (ya sea humano o simbólico), sino que debe ser domado severamente : cuántas veces, bajo su furioso impulso, hemos dicho o hecho cosas. ¿De que luego nos arrepentimos amargamente?
Debido a esto, veamos cómo el yoga puede ayudarnos.
Yoga e ira: alguna conexión.
Ciertamente, emprender un camino de evolución personal que conduzca a comprender y trascender los estados rabiosos es solo deseable: sin embargo, requiere un profundo compromiso personal que, sin duda, no se limita a leer este artículo.
Por eso, preferimos concentrarnos en algunas sugerencias útiles sobre el papel del yoga en el abordaje de la ira, un sentimiento poderoso y difícil de controlar.
El yoga como ejercicio para liberar la ira.
La práctica del yoga, en sí misma, conduce a un estado de relajación general de cualquier sentimiento abrumador. El trabajo sobre la respiración, la relajación psicofísica, la inmovilidad de las asanas son solo algunos de los factores que contribuyen a desactivar la mecha y a calmar las aguas.
Lo invitamos a un experimento: intente practicar yoga en un momento en que esté muy enojado y luego vuelva a observar ese sentimiento después de la hora de la lección.
Las asanas que ayudan a controlar la ira.
Ciertamente, algunas asanas están más específicamente indicadas si te sientes abrumado por este sentimiento complejo. Por ejemplo, las curvas hacia delante que inducen una sensación de relajación profunda .
Simbólicamente, los giros son posturas sinuosas, espléndidas y muy efectivas que lo invitan a observar la realidad desde todos los puntos de vista al abrazar cada matiz.
Un enfoque multifacético suavizará las emociones más primitivas y nos inducirá a aceptar esta o aquella situación en toda su complejidad, quizás aceptando aspectos que hemos pasado por alto a primera vista.
Respirando para ayudar
Un ejercicio de respiración pequeño y simple que le aconsejamos que realice cuando sienta que la ira se acumula en su interior es el siguiente: céntrese en su respiración y céntrese especialmente en la exhalación para hacerla lo más larga y lenta posible.
Repita para algún ciclo respiratorio y luego observe nuevamente su estado interno.
Practica diaria
Más allá de las técnicas sencillas de "primeros auxilios", lo invitamos a realizar sus prácticas diarias como el yoga o la meditación si tiende a incurrir en ráfagas de ira.
Sería un compromiso que tomaría consigo mismo para tratar de evolucionar y madurar en un aspecto de su carácter, no solo al poner una situación en la mano, sino también al cambiar el manejo instintivo de este sentimiento: el objetivo es suavizar la ira ciega y purificarla. Excedentes negativos, manteniendo solo el legítimo, sano y justamente combatiendo de la vida.